Hace unos días preparábamos calamares rellenos de sobrasada, una receta típicamente ibicenca muy habitual en esta época del año. Sin embargo, el guiso más popular a la hora de degustar este cefalópodo es la frita de calamar, una tapa tabernera sabrosísima que con los años se ha convertido en plato principal, tal y como ha sucedido con la frita de pulpo, que es parecida aunque algo más laboriosa de preparar. Como toda receta marinera, su éxito depende sobre todo de la frescura del producto y de la cocción pausada.
Ingredientes para 4 personas
De 2 a 4 calamares, en función del tamaño
Picadillo de ajo y perejil
1 cebolla
4 patatas grandes
1 pimiento verde o rojo grande
1 tomate
3 dientes de ajo
Elaboración del plato
El primer paso consiste en limpiar bien los calamares, quitándoles el hueso calcáreo y los intestinos del interior. Luego hay que trocear las patas, las aletas y la cabeza del calamar. Aunque hay quien lo hace en forma de anillas, queda mejor recortándola en tiras rectangulares. Lo reservamos hasta el momento de la cocción.
En una sartén, ponemos a sofreír la cebolla bien picada. En el momento en que comienza a dorarse, incorporamos los calamares. En cuanto emblanquecen, se añade el pimiento troceado en porciones similares a cómo hemos cortado la cabeza del calamar. Al mismo tiempo, vertemos tres dientes de ajo laminados y el tomate bien picado.
Mientras el calamar se va guisando con la verdura, freímos las patatas por separado, cortadas a tiras. Debemos tener a punto un picadillo de perejil y ajo crudo. En la turmix se prepara en un santiamén. Basta con echar un manojo de perejil fresco y 4 dientes de ajo.
Cuando vemos que el pimiento ya está hecho, incorporamos dos o tres cucharadas soperas de picadillo y lo removemos bien. Inmediatamente, vertemos las patatas fritas, las mezclamos y dejamos que cojan temperatura. La frita ya está lista para servirse. Bon Profit!